sábado, 23 de mayo de 2009

VALORACION MATERIAL

a) Datos de identificación.-

La WQ ha sido elaborada por alumnos de la UOC para la asignatura Interculturalidad y Educación. Su título es “Conocemos, valoramos, respetamos” y su dirección web es la siguiente: http://phpwebquest.org/wq25/webquest/soporte_tablon_w.php?id_actividad=31595&id_pagina=1

b) Aspectos pedagógicos generales.-

No existen referencias sobre los destinatarios de la propuesta; sin embargo, cabe señalar que los objetivos, contenidos y actividades planteados son asequibles a un amplio espectro de ámbitos, etapas y niveles educativos.
El centro de interés es la diferencia entre culturas y se concreta en los rasgos de otras razas o etnias, diferentes a los nuestros. Se incluye una actividad con dos fases: obtención de información sobre aspectos (religión, gastronomía, lengua…) de las culturas rumana, china, marroquí y gitana y la exposición de ésta en PowerPoint para el todo el grupo.
Puesto que el fin es conocer otras culturas desde la investigación de sus rasgos, la actividad podría ser adecuada si los recursos aportados para desarrollarla fueran suficientes, pero éstos no abarcan todos los aspectos planteados y no se subsana esta carencia orientando a los alumnos en la búsqueda de otras fuentes de información que permitan completar el trabajo.
La actividad no presenta gran complejidad pero no se ofrece orientación para afrontarla, para establecer interrelaciones, utilizar los datos... Tampoco se sustenta sobre los recursos que la herramienta ofrece: organizadores, imágenes, andamios cognitivos… que deben guiar el desarrollo del proceso y permitir el adecuado tratamiento de los contenidos.

Respecto al modelo pedagógico, indicar que los usuarios acceden a los contenidos mediante una tarea de búsqueda. Desde esta óptica cabe pensar en un proceso en el que intervienen activamente en la construcción de su aprendizaje y, por ello, ajustado a un enfoque constructivista. Sin embargo, carecemos de otras referencias que permitirían asegurarlo, por ejemplo:

· Las características de los destinatarios, cuáles son sus conocimientos previos y si éstos constituyen el punto de partida a la hora de plantear el desarrollo de la propuesta.
· La adecuación de la propuesta a los usuarios: significatividad, relación con situaciones y problemas de su interés.
· Las potencialidades a impulsar en los alumnos (ZDP).

Desconocemos, también, el tratamiento dado a los contenidos (repetición, reproducción, relación…) y, por ello, si se explotan las posibilidades de la WQ para comprenderlos, establecer nuevas relaciones, modificar los esquemas de conocimientos y enriquecer las estructuras cognitivas. Tampoco hay signos de que se brinden ayudas. Teniendo en cuenta estas limitaciones, no podemos aventurar el modelo pedagógico desde el que se plantea el material.

c) Aspectos relativos a la educación intercultural.-

Para desarrollar este aspecto, me gustaría reconocer los elementos sobre los que se sustenta la propuesta didáctica; ello requiere vincularla a un concepto de cultura. La WQ (tareas y proceso) plantea conocer los referentes de determinadas razas o etnias para poder conocer las culturas de otras personas. Bajo esta expresión parece subyacer la idea de que las sociedades son monoculturales y que las personas que las constituyen ofrecen una serie de referentes comunes, homogeneizadores, que expresan la identidad de una comunidad; así, los rasgos asociados a una determinada cultura se proyectarían en todos sus miembros. Es un hecho que las personas poseen una identidad cultural que las configura y desde la que piensan, sienten, viven; sin embargo, no podemos pasar por alto que, aún bajo esas circunstancias, cada individuo construye una forma particular de leer el mundo, una versión única de su cultura de pertenencia.

Aun sin conocer el modelo educativo del centro y del profesorado y los usuarios, se aprecia el interés que se pretende suscitar hacia otros grupos culturales. Desde este prisma, el proyecto se aleja de tendencias segregacionistas y, sin constituir un estandarte del modelo de educación pluriculturalista, se ajusta a dicha tipología. No hay una interpretación explícita de la educación intercultural como un valor pero realmente se percibe un intento de acercamiento a los demás que en la práctica se concreta en la búsqueda de información sobre ellos.

Atendiendo a estas circunstancias, estaríamos dando los primeros pasos dentro de un nivel básico o de intercambio de conocimientos sobre culturas en contacto. Propiciaría una situación de convivencia cercana a la multiculturalidad, una simple coexistencia de los grupos culturales en juego, con un mínimo de interacción, que favorecería la comprensión mutua necesaria para posibilitar en el futuro el diálogo intercultural e incrementar la posibilidad de convivencia armónica.
La WQ (conclusiones) recoge intenciones con respecto a impulsar la tolerancia y el respeto hacia otras culturas pero las tareas, el proceso y la ausencia de indicadores al respecto en la evaluación, parecen indicar que el conocimiento sobre los otros no se construye desde una visión crítica que permitiría defender los rasgos culturales propios que han de ser defendidos, respetando otras sensibilidades y comprendiendo la propia cultura mediante la comparación con la de los otros. Sin esto es fácil caer en una valoración de los otros desde una perspectiva etnocéntrica, esperando su adaptación a la cultura de acogida (asimilación).

Los conceptos se refieren a los rasgos propios de ciertas culturas. Analizando las tareas y el proceso vemos que se pretende recoger información sobre ellos porque compartirlos y aprenderlos constituye una fuente de enriquecimiento. Sin embargo, creo que solo es una declaración de intenciones pues la propuesta se limita a aportar recursos (insuficientes) para obtener datos pertinentes; ello impide tratar los conceptos con profundidad y rigor.
La inclusión de otros aspectos, siempre adaptados a las características de los usuarios, habría permitido una intervención más sólida en este nivel básico de interculturalidad; hablo de intercambiar conocimientos, de reflexionar sobre los sentimientos hacia los demás, sobre lo que se sabe de ellos, cómo se perciben, sobre la actitud que se manifiesta hacia ellos (a veces basada en prejuicios y estereotipos). A partir de este intercambio crítico, se podrían introducir otros elementos: los movimientos migratorios, los inmigrantes como personas portadoras de rasgos culturales diferentes (igual que nosotros) que suponen riqueza. Las acepciones del concepto de cultura ligadas a la forma de interpretar la realidad y las diferencias: existencia de caracteres universales frente a la interpretación particular (universalismo/relativismo), la comparación desde un relativismo no extremo frente a la irreductibilidad y el etnocentrismo, la forma en que las sociedades enfocan la pluralidad ajustándose a modelos de integración segregacionistas (ajenos a la convivencia intercultural), asimilacionistas (educación intercultural como medio de obtener la integración de minorías étnicas) o pluriculturalistas (interculturalidad como valor), la existencia de valores interculturales, la formación de prejuicios y estereotipos, etc. Desde esta base se podría haber desarrollado un conocimiento crítico sobre la realidad, comparando los diferentes rasgos, captando similitudes y diferencias, defendiendo aquello digno de serlo, tanto propio como ajeno… y, en definitiva, comprendiendo a los otros desde su propia matriz cultural.

Respecto a los valores, la propuesta se queda en una declaración de intenciones. El conocimiento de los rasgos culturales es una muestra del interés que los otros suscitan, y la mención al conocimiento de otras razas y etnias supone reconocer el enriquecimiento que puede significar para nosotros. Sin embargo, el planteamiento de las tareas y el proceso no se ajustan a este sentir, limitando el resultado a una recopilación de datos sobre referentes culturales; parece existir una concepción de la educación intercultural basada en este conocimiento, sin llegar al reconocimiento activo, respetuoso y solidario del otro que conllevaría un ejercicio de autocrítica respecto a los componentes culturales propios, y la integración de nuevos valores.

Aunque desconocemos el ámbito educativo, la multiculturalidad de la sociedad justifica la inclusión de estas actuaciones para desarrollar una educación que, sin dirigirse únicamente los otros, se centre en la diferencia, diversidad y pluralidad culturales, favoreciendo la construcción de una convivencia armónica. Es cierto que esta propuesta tiene (bajo mi punto de vista) limitaciones, pero supone una aproximación a los otros, al conocimiento de otras culturas, pudiendo constituir el punto de partida de otras acciones encaminadas a relativizar lo propio, a descubrir y comprender otros valores y a construir la convivencia en un marco de valores compartidos.
Se trata de fomentar una educación intercultural que, impulsando la diversidad, facilite la interacción e intercambio culturales, la construcción por parte de cada individuo de su identidad valorando la de los otros; ello se logra propiciando la interacción en igualdad de las personas de culturas diferentes para que adquieran y cultiven actitudes y aptitudes - tolerancia, respeto, empatía, superación de prejuicios, mejora del autoconcepto personal y cultural…- que las capaciten para vivir en sociedad; en definitiva, se trata de alcanzar la competencia intercultural.

d) Evaluación del recurso

Como puntos fuertes decir que el formato permite acceder fácilmente a sus elementos y cada sección contiene lo que es pertinente. El lenguaje es claro y directo, sin errores gramaticales y ortográficos. El objetivo y contenidos están bien estructurados y los vínculos funcionan correctamente. Se trata de una propuesta sencilla y fácilmente aplicable en diferentes ámbitos, etapas, niveles educativos…

Respecto a sus limitaciones y dificultades, no se ha sacado partido del potencial didáctico del recurso. No se ofrecen imágenes, recursos suficientes, andamios cognitivos, organizadores… que faciliten el desarrollo del proceso; así, se prescinde de elementos que impulsan la motivación e interés de los usuarios, y se dificulta el tratamiento riguroso y profundo de los contenidos.
En cuanto a las secciones, la evaluación omite indicadores específicos relacionados con los contenidos de la WQ. Asimismo, se propone una tarea única (dos fases) como parte del proceso, limitando, así, la obtención de información y el acceso a otras formas de construir conocimiento; dicha tarea no se presenta de forma original y su desarrollo no está apoyado en orientaciones que aclaren la forma de tratar la información y de ofrecerla al grupo para enriquecerlo. Se omite la guía didáctica con propuestas, temporalización, secuenciación de tareas, modos de organización de los alumnos…. que facilitarían la aplicación de la WQ en otros contextos así como la integración del currículum.

Sobre la aplicabilidad y posibilidades del material cabe señalar que en base a los contenidos que se pretenden tratar y partiendo de su adecuación a las características, competencias y conocimientos previos de los destinatarios, podría ser aplicada en diversos ámbitos educativos. Sin embargo, cabría pensar en alguna propuesta de mejora para obtener mayor fruto:
Habría que definir, en primer lugar, los destinatarios de la propuesta didáctica. Sus características, nivel de conocimientos y de competencias deben ser el punto de partida para plantear y adecuar objetivos, contenidos y actividades.
Indicar, también, que la tarea planteada, aunque adecuada al objetivo, puede conllevar dificultades derivadas de no haber orientado la constitución de los grupos, la distribución del trabajo, las interrelaciones… asegurando que el producto obtenido sea el resultado del trabajo cooperativo; de hecho, no existe asignación de roles y responsabilidades creíbles a los miembros de los grupos, ni se proporciona un ambiente creativo en el que desarrollar actividades socio-cognitivas atrayentes y establecer interacciones que sustenten el desarrollo de la tarea; tampoco se percibe una tutorización de las acciones de los usuarios (guía, ayudas, refuerzos), orientación para organizar e incluir la información en el PPT, etc.. Asimismo, se percibe la falta de actividades que por su motivación y relación con los intereses de los usuarios, además de impulsar su participación, fomentaran el diálogo, el debate y la reflexión (sobre estos rasgos, sobre los sentimientos que despiertan…); tareas de comparación, de búsqueda de referentes y valores comunes… para conocer de forma crítica todas las sensibilidades y fomentar el diálogo intercultural. Se tomaría, así, la interculturalidad como un valor y la propuesta didáctica impulsaría el respeto, la tolerancia, la convivencia… sin quedar limitada a una declaración de intenciones (ver conclusiones).
La WQ impulsa el conocimiento de diversas culturas; puesto que este es su fin, la evaluación debería añadir indicadores más precisos en ese sentido, de forma que se pudiera valorar, además de la obtención de determinados datos, los cambios de actitud hacia el otro.

Como valoración global del material, diría que no explota el potencial de la herramienta (organizadores, ayudas…) como recurso didáctico que debe impulsar la motivación, el acceso a diversos modos de construir conocimiento, de tratar la información y de mantener interacciones. A nivel pedagógico, y en relación con un modelo de educación intercultural, su potencial no es muy amplio; los datos obtenidos se exponen al grupo pero no se impulsa la reflexión, la crítica constructiva…para impulsar el diálogo con el otro. A nivel funcional, es de fácil uso pero la escasez de recursos no favorece alcanzar el fin propuesto: conocer rasgos concretos de ciertas culturas.

En cuanto al análisis comparativo con otros entornos que trabajen la interculturalidad, señalar que el uso de WQ, además de permitir construir aprendizaje significativo desde un modelo pedagógico constructivista, favorece la interacción entre los alumnos (reciprocidad, negociación, diálogo flexible…), la comunicación, la comprensión de los otros y de uno mismo… en definitiva, el desarrollo de la competencia intercultural. Otros entornos también permiten alcanzar buenos resultados pero la WQ, aunque posibilita la negociación, la creatividad, la diversidad de recorridos, la obtención de productos diferentes… ofrece una orientación, una guía, a la hora de desarrollar el trabajo. Asimismo, aporta una plataforma de información, estrategias, recursos…, seleccionados previamente, que se adecuan al objeto del material y que aportan concreción al desarrollo del proceso y al producto final, además de reducir el tiempo invertido.

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