jueves, 2 de abril de 2009

DEBATE

La Clase. El fragmento, breve e intenso, refleja la situación de pluralidad cultural de las aulas, en especial en algunos países, así como el sentir de los destinatarios de un modelo educativo etnocéntrico que reivindican su cultura. La absorción de los inmigrantes y grupos minoritarios, su obligada adaptación a la cultura del grupo hegemónico –la “natural”, según su propio prejuicio- tiene en la educación uno de sus mayores aliados, pues constituye “el instrumento menos violento, si cabe, de que se vale la cultura dominante para imponerse…” (A. Carmona); a su servicio, un currículum etnocéntrico en el que las minorías no se sienten representadas, y que difícilmente pueden ser el camino para que en este contexto plural se pueda alcanzar una convivencia armónica. Desde el punto de vista de mi propia formación, además de su vinculación al contenido de la asignatura, le reconozco el valor de haber impulsado la necesidad de conocer, concretar e interpretar nuevos conceptos, modelos educativos, etc. y, para ello, de buscar información, de investigar, con ánimo de captar su presencia en el ámbito educativo, de valorar la forma en que lo mediatizan, las consecuencias de su aplicación, los aspectos positivos y limitaciones…

Por su parte, el debate ha sido una experiencia enriquecedora por los temas planteados y por las facetas que han emergido. Las aportaciones se han situado en aspectos que determinan el proceso de enseñanza-aprendizaje que se desarrolla en el aula, sin haber obviado los pasos previos que lo hacen posible y que conllevan un esfuerzo importante de participación, coordinación, compromiso, colaboración… por parte de todos los miembros de la comunidad educativa. No es fácil alcanzar acuerdos consensuados que representen todos los pareceres, se ajusten al contexto, sean viables… pero creo que éste es el camino a seguir si pretendemos que la educación se asiente sobre la igualdad, la justicia y el respeto, bases para alcanzar la convivencia en paz; una paz que hay que edificar cada día, pues, “No hay caminos para la paz. La paz es el camino”. (Muñoz Sedano) Un recorrido por las distintas aportaciones permite captar propuestas coherentes con la realidad de una institución escolar. Así, se menciona la elaboración de Proyectos de Centro ajustados al contexto y contando en su elaboración con la participación de todos los miembros de la Comunidad Educativa para construir conjuntamente la escuela desde la expresión y el conocimiento de las distintas lecturas que el mundo permite. Su concreción tiene como punto de partida el reconocimiento de las múltiples sensibilidades recogidas en el aula para que la respuesta pedagógica suponga la valoración de todos los rasgos culturales, así como de los principios en los que se fundamentan. Sin embargo, debe rebasar esta faceta y organizarse para abarcar a la persona en su globalidad; ello comporta seguir sus pasos en el aprendizaje, valorar las capacidades, limitaciones y dificultades, diseñar apoyos, brindar ayudas… Se trata, de que el Plan de Atención a la Diversidad parta del reconocimiento de las necesidades, diferencias, similitudes…de todo el alumnado y ofrezca una respuesta asentada sobre criterios de inclusión, equidad, igualdad, respeto a la diversidad…
Hemos vinculado también nuestros argumentos a las premisas que sostienen la concepción constructivista de la enseñanza y el aprendizaje. Bien está ofrecer un currículum en el que todos los alumnos se sientan culturalmente reconocidos pero ha de estar sustentado sobre pilares que permitan que las potencialidades se desarrollen, que los aprendizajes construidos sean significativos, que las diferencias en las capacidades y ritmos se consideren, que los intereses y motivaciones personales se sitúen en primera línea… y todo ello contando con la presencia de un docente que ha de ofrecer una actitud abierta y tolerante, favoreciendo la comunicación, el intercambio…Si la interculturalidad enfatiza las interrelaciones, la convivencia, la reciprocidad, el diálogo, el cambio… es desde esta posición desde la que el profesor debe guiar y mediar en el proceso de enseñanza-aprendizaje con objeto de que todos los alumnos puedan alcanzar su pleno desarrollo.
En definitiva, hemos aportado referentes que la L.O.E. recoge y que permiten constatar que hemos situado nuestras aportaciones y valoraciones en el marco en que ha de desenvolverse la práctica educativa en general y nuestra labor docente en particular.

Me gustaría resaltar que el desarrollo de este debate me ha permitido también valorar ciertas contradicciones presentes en la escuela. Así, aunque la enseñanza pública, en general, aboga por una educación inclusiva y reconocedora de la diversidad, mantiene la presencia de elementos etnocéntricos. El ejemplo más claro son los libros de texto, pero no olvidemos “nuestros” referentes religiosos que determinan los periodos de descanso a lo largo del curso aunque, por otro lado, cada vez menos personas los dedican a celebrar los hechos religiosos que los han inspirado. No quiero con esto decir que no debamos usar textos o disfrutar de periodos vacacionales, simplemente quiero poner nombre a las incongruencias que comentaba.

En mi primera tarea en el blog me manifestaba a favor de su utilización como recurso de aprendizaje en un contexto colaborativo. Por ello, he visitado los espacios que habéis creado, comprobando que valoramos de forma positiva la riqueza que emana de la diversidad cultural:
“…debe vivirse en positivo, porque plantea innumerables posibilidades de conocimiento, de crecimiento, de amplitud de miras y de desarrollo para todos.” (B. Cortés).

También que estamos deseando formarnos para actuar ante ella con respeto:
“Formarme y sensibilizarme con todo lo que se refiere a la interculturalidad y respeto a la pluralidad de la persona” (J.C. Bravo).
“….estar capacitado para poder hacer una valoración de una situación educativa, en un contexto de diversidad cultural, y promover propuestas de estrategias interculturales” (C. Carrillo),
“…aprenderemos a ajustar los modelos culturales que hoy transmite la escuela a la nueva realidad…” (A. García).
“…reflexionar de forma más coherente y fundamentada acerca de los escenarios educativos multiculturales” (I. Martínez).
“…disponer de mayor capacidad de análisis para intervenir de forma adecuada en contextos educativos con diversidad cultural” (N. Montero).
“…el conocimiento, descubrimiento y comprensión del mundo que nos rodea…” (A. Muñiz),
“adquirir y ampliar las bases teóricas y prácticas que me permitan justificar actuaciones educativas positivas de interculturalidad…”
(P. Ramón).
“… desde esta asignatura espero que podamos acometer los retos que educar en la multiculturalidad, en el respeto a los demás y en la pluralidad conlleva.” (V. Alonso)

Y que el objetivo que se pretende está en la misma línea:
“…pudiendo dar respuesta a una enseñanza para todos que favorezca la comprensividad, permitiendo las diferencias individuales…” (J. Jurado).
“…enseñar a ver la diferencia como algo positivo y enriquecedor para el ser humano y no como fuente de conflicto” (A. Pereira).
“…preparar a nuestros alumnos y alumnas, tanto pertenecientes a grupos mayoritarios como minoritarios, a comprender, adaptarse y funcionar adecuadamente en una sociedad plural y multicultural” (J. Varo).